Imaginación



No es ninguna novedad que, en cualquier actividad, para adquirir una habilidad nueva —o para pulir aquellas que ya tenemos— el entrenamiento es fundamental; la disciplina de presentar una mosca a un pez no es diferente en ese sentido. Pero el mero ejercicio de agitar una caña adelante y atrás no puede considerarse entrenamiento en sí mismo; de nada sirve lanzar por lanzar sin analizar en cada lance lo que el bucle nos dice, porque si no somos conscientes de nuestros errores y los repetimos una y otra vez arraigarán, y así conseguiremos errores “perfectos”. En suma, que vale más un solo lance con criterio que mil al buen tuntún.

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