¿Cuánto de lejos es lejos?



Tener una buena técnica de lanzado no obliga a lanzar lejos cuando no es necesario, simplemente te permite hacerlo cuando lo es.

Cuánto de lejos hay que lanzar lo determina la posición de los peces: si el pez está a ocho metros pues ahí habrá que poner la mosca; si está a treinta y no te puedes acercar más, pues lo mismo.

El tipo de pesca que practiques también impone en buena medida la distancia a la que presentar tu mosca.

Cualquier pescador asiduo a la pesca en lago desde orilla corroborará que las truchas se colocan más allá de donde las líneas están batiendo el agua constantemente, y dada la mejora en la técnica de lanzado experimentada en los últimos años, muchas veces o pones la mosca allá por los treinta metros o estás jodido.

¿Qué decir de la pesca a mosca en la mar? ¡Allí donde tu tiro más largo da la sensación de haber caído a tus pies!
El año pasado compartimos unas pocas horas en la misma embarcación con un pescador de popper a spinning. La distancia a laque él recogía su señuelo para volver a lanzar era la máxima a la que nosotros podíamos aspirar con nuestros equipos del #10 y #12.

Todo eso está muy bien, me dirás, pero ¿y los que pescamos a lo sumo en ríos medianos?, ¿qué necesidad tenemos de tirar lejos?
Cierto. Probablemente, la mayor parte de las truchas se cogen entre los seis y los quince metros, y para eso no hay que ser un especialista en la distancia. De hecho, una de las truchas que quedan indelebles en mi memoria vive en un lago de Nueva Zelanda, y la cogí solo con el bajo fuera de la anilla de punta.


Pero ponte en esos mismos escenarios con un viento fuerte de frente: ahora doce metros parecen estar lejísimos y para presentar correctamente necesitarás la técnica para lanzar a dieciocho. Así que creo que nunca está de sobra aprender a volar algo más de línea de la que manejamos actualmente. En cualquier actividad manual cuanta mayor pericia tengas en el manejo de la herramienta mejor, y si puedes ponerte con soltura en los veinte metros presentar a doce es un paseo.

Aparte de la distancia extrema en competiciones de lanzado, lanzar lejos no es cuestión de fuerza sino de control de la línea. Para entrenar hay que centrarse en dos aspectos fundamentales: mínima energía posible y buenas formas.

Empieza con unos pocos metros de línea y tras una serie de lances buenos añade un metro más de línea en juego. Sigue hasta que llegues a la distancia en la que empiezas a perder el control; recoge un metro y entrena ahí, justo al límite actual de tus habilidades, focalizado en los dos elementos que mencionaba ahí arriba: poca fuerza y bucles con buena forma y trayectoria. Cuando hayas conseguido un control aceptable añade medio metro más de línea y continua con el ejercicio.


¡A tu espalda!



Ya hemos visto en anteriores apuntes de entrenamiento que el lance trasero es tan importante como el delantero, y que la trayectoria que impartamos a la línea en cada golpe de lanzado es igualmente clave en lo que a la presentación se refiere. Por tanto, al hablar de trayectoria de la línea nos referimos tanto al lance delantero como al trasero.
Y la cuestión es: ¿cómo es la trayectoria de tus lances traseros?
En la mayor parte de los casos es una pregunta retórica que no tiene respuesta, porque nadie —salvo quien entrena con criterio— es consciente de lo que pasa ahí detrás.

Si en un partido de tenis eres capaz de ver las jugadas de ambos contendientes también lo eres de observar críticamente tus bucles traseros. Basta con adoptar una postura abierta y girar ligeramente el cuello a uno y otro lado; como el espectador de un partido de tenis.
El ejercicio consiste en mandar la línea atrás en diferentes trayectorias (ascendente, horizontal, descendente), comprobando visualmente que, en efecto, estamos consiguiendo lo que queremos; y si no lo estamos, hacer los ajustes oportunos.



Estrecho y bien dirigido



Lefty Kreh recomendaba entrenar el tamaño del bucle mediante un hula hoop fijado a un poste: el ejercicio consiste en presentar a diferentes distancias haciendo pasar el bucle por el interior del aro.
No es que sea imprescindible que nuestros bucles sean siempre muy estrechos (esto dependerá de las circunstancias), pero hay una cosa incontestable: quien sabe hacer bucles estrechos sabe hacerlos anchos; no así al revés.

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Amén

Chris preparado con la sacadera

Chris Dore es uno de los guías mejor considerados de Nueva Zelanda. He tenido la suerte de compartir con él varias jornadas de pesca, comprobando que esa fama es bien merecida. Ahora que por aquellos lares la temporada acaba de empezar, Chris acaba de publicar un corto texto orientativo para pescadores viajeros. Me ha dado permiso para traducirlo, así que aquí está.


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Casting Is Counterintuitive

“A good fly cast is counterintuitive. Our natural tendency is to wave the rod through a wide arc when casting. Perhaps the most challenging part of the cast is resisting the temptation to do this. In the beginning you’ll have to “stop short”, particularly during the backcast. In most casting, doing less with the rod usually means getting more from the cast.”

Macauley Lord

Something For The Technical Minds

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My fly casting library

Some fly casting manuals to reread during the off-season. I have got a couple more in digital format.

All of them have, at least, one interesting insight to absorb; a few of them have a lot to distill from. Some are good for you to check your knowledge of fly casting mechanics by filtering the wrong concepts.

Always enjoyable to read them again.